miércoles, 3 de julio de 2013

La condición humana

Cuando decidí hacer un comentario diario de las sesiones del juicio del “Caso Bretón”, imaginé que en alguno de ellos no tendría más remedio que hablar de la condición humana, expresión que, no por recurrente, deja de ser la única explicación de muchas conductas incompatibles con los mínimos valores que se le supone  a cualquier persona. Pero lo que nunca pude pensar es que esa expresión acabaría siendo el titular de la sesión más importante del juicio oral, la que ha establecido que Ruth y José, de 6 y 2 años, fueron quemados en una hoguera que su padre convirtió en un horno crematorio. En un magistral informe el doctor Francisco Etxeberría, llegado al caso prácticamente por casualidad, no solo detalló que los huesos hallados entre los restos de la hoguera eran humanos y pertenecientes a dos niños de 6 y 2 años, sino hasta cómo fue colocado el cuerpo de la niña en ese horno crematorio que alcanzó temperaturas próximas a los mil grados. Un centenar de folios, fotografías y una exposición en “power point” han formado parte de la verdadera pieza maestra que ha sido el informe de este antropólogo forense, reconocido mundialmente como una autoridad en la materia.


Lo que nadie podía esperar es que en una sesión científica como es esta prueba pericial, con testimonio no solo de Etxeberría sino de otros médicos conocedores del caso, hubiera que apelar a lo peor de la condición humana para explicar la increíble intervención de la doctora Josefina Lamas, autora del primer informe sobre los huesos en el que descartó que pertenecieran a seres humanos y que, por cierto, retrasó la investigación judicial casi un año, con el correspondiente dolor para la madre y otros familiares de los dos niños. Es verdad que en la sesión de hoy reconoció su error, y no es menos cierto que tampoco en esta ocasión –nunca lo ha hecho- pidió perdón por el mismo. Pero en una sorprendente intervención desmintió declaraciones de compañeros policías que aseguraron que nunca se rompió la cadena de custodia de esos huesos y, lo que es peor, dijo que los restos –finalmente humanos- hallados en la hoguera salieron de copas en referencia a que fueron mostrados al doctor Etxeberría en un bar o restaurante.

Como ha recordado Luis Rendueles, subdirector de “Interviú”, en el programa “Más vale tarde”, de La Sexta, Josefina Lamas, considerada una experta antropóloga forense, estaba al frente de ese departamento en la Policía Científica de la Comisaría General de Policía Judicial, y su tremendo error con los huesos de Ruth y José le costó el puesto y ahora está dedicada a pasar reconocimiento a sus compañeros policías en el complejo policial de Canillas. Al parecer, esta mañana decidió cobrarse una miserable factura por ello. Y en la sala del juicio apareció lo peor de la condición humana: la soberbia, la envidia, la venganza, los celos… Pero en esta ocasión no era en la persona de José Bretón, sino en una antropóloga forense incapaz de digerir su propio fracaso.

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