viernes, 20 de diciembre de 2013

Pornografía política

Si la Real Academia define la palabra pornografía como carácter obsceno de obras literarias o artísticas, se me permitirá que califique de pornografía lo que está aflorando de la política que, al fin y a la postre y según una de sus definiciones clásicas, es el arte de lo posible. Casi coincidiendo con el registro judicial de la sede del Partido Popular durante la pasada noche y madrugada en busca de la documentación de lo que es un clamor (su financiación irregular, sus pagos en negro, las donaciones millonarias de empresas y empresarios a cambio de concesiones de toda índole…) siguen publicándose los correos recibidos y enviados por Miguel Blesa durante su época de dueño y señor (a la vista de sus actividades era algo más que presidente) de Cajamadrid a la que, por cierto, condujo a la ruina que… hemos pagado todos los españoles. Pura pornografía política.


¿Cómo a partir de ahora y a la vista de los correos que se vienen publicando podrá presumir Esperanza Aguirre de liberal, condición de la que, por cierto, yo siempre he dudado y así lo he expresado por escrito en más de una ocasión? Ya, liberal, y no sabe usted con quién está hablando. Ya, liberal, pero colóqueme a estos cuantos amiguetes en consejos de administración. Ya, liberal, pero le hemos quitado un puesto a ese hijoputa (sic) recogido por un indiscreto micrófono cuando la lideresa liberal repartía mamandurrias a amigotes a costa de Cajamadrid y otras empresas dependientes de esta entidad. Ya, liberal, pero tienes que financiar, Miguel (Blesa), las retransmisiones de los partidos del Real Madrid a Telemadrid, esa televisión pública independiente en la que coloco a quien me da la gana, en la que la lideresa manipula telediarios y hasta los anuncios y donde se carga al periodista que se atreva a hacerle una pregunta incómoda… Ya, liberal, pero si Rajoy no interviene a tiempo, Ignacio González, el delfín de la lideresa, hubiera llegado a la presidencia de Cajamadrid, que el listón para ese cargo lo fueron bajando a la medida del recomendado de turno.

Y hablando del delfín, ¿qué me cuentan del episodio todavía no cerrado del ático en la Costa del Sol con alquiler a precio de vivienda social y comprado con un dinero cuya procedencia trata de establecer una jueza que, de momento, ha imputado a la santa del presidente madrileño?

¿Y qué me dicen de la santa del presidente madrileño, la imputada por lo del ático de Marbella, nombrada por Arturito Fernández, el presidente de la Ceim, su mano derecha en la patronal madrileña y que paguen los empresarios, porque la señora tiene sueldo acorde con el relumbrón de su cargo y… de su ático de la Costa del Sol, mientras a Arturito el deudas, le quitan la concesión de los bares y restaurantes de Ifema y del Congreso de los Diputados, que habría que ver cómo se las dieron, pero sigue siendo conocido como ministro sin cartera del gobierno de Ignacio González de tanto como manda ahí (estoy dispuesto yo a nombrarle incluso presidente de mi casa en cuanto contrate a mi santa por la mitad de lo que los empresarios –que no él- paga a la del delfín de Esperanzita).

¿Y qué me cuentande ese gran estadista, José María Aznar, que firmaba partes de guerra entre abdominal y abdominal mientras nos sacaba del desván de la historia, y aún tenía tiempo de multiplicar panes y peces aunque luego estalló la burbuja y se quedó el país, la banca, las viviendas, las hipotecas y hasta el gran estadista literalmente en pelotas y panes y peces oliendo a podrido? ¿No es el mismo que quiso colocarle a Cajamadrid una colección de supuesto arte de un amigo suyo a cambio de tropecientos millones, aunque la obra que más valía se hubiera abierto paso con dificultad en cualquier feriarte? ¿Y qué decir der niño Asnar, de lenguaje aquí estoy yo y te vas a enterar, Miguel Blesa, por no haber hecho lo que mi padre te ha dicho que hagas?

¿Y el registrador de la propiedad de Benidorm, que nos administra el hambre mientras dobla el espinazo hasta los pies ante la cancilleresa. Tanto dobla el espinazo que los vigilantes del europarlamento le pidieron la acreditación porque le confundieron con el mayordomo, mientras su delegación –la del registrador, que no la del vigilante-, gritaba ¡He is the president of Spain!, ¡He is… etcétera…”

Del ex alcalde de Madrid que hace bolos por Justicia ni escribo… ¿Para qué…? ¡Menudo jurista nos ha salido el mozo…!, al que le gusta recordar que es el fiscal más joven de la historia de España, que en esto de las oposiciones éstos son unos monstruos…, como Fraga, pero nadie les ha convencido (Fraga se murió sin aceptarlo) que a la política y mucho menos a la presidencia del gobierno no se llega por oposición, y parece que, de momento, tampoco por decencia…

¿Y ese peaso de demócrata del ministro de Interior y del Opus Dei…? ¡Toma defensa de las libertades…! y que vuelva el botijo, como llamábamos a la tanqueta con chorro de agua a presión allá por los sesenta en la Complutense… Por si se les ha olvidado, una sugerencia: que los chorros de agua de la tanqueta sean cada día de un color, y así identifican los maderos más fácilmente a los belicosos estudiantes, que hay que ver las cosas que reclaman. Sí, hombre, eso de libertad, libertad, libertad, y por ahí se empieza. Por cierto, ¿por qué no vuelven los grises, con aquella gorra de plato con la correa ajustada por debajo de la barbilla y porra en mano…?


Pura pornografía… pero hay una solución… Puesta al aire ya todas las vergüenzas de los políticos como cualquier pornografía que se precie, rescatemos el “márchese…” que en aquellos tiempos venía acompañado de “señor Gonzàlez”. Salgamos a la calle, rodeemos Congreso, Senado, La Moncloa, la Real Casa de Correos y hasta la Ceim y gritemos que se marchen todos… Y a lo mejor así vuelve la decencia a este país.