Lo oigo reiteradamente y no doy crédito. Cuando los
periodistas abordaron ayer a Mariano Rajoy para preguntarle su opinión sobre la
sentencia del Tribunal de Derechos Humanos, el presidente del gobierno español
se limitó a decir: “Está lloviendo mucho, gracias”.
Le doy a Mariano Rajoy siete alternativas (y hay muchas más) a su
florido verbo:
1. “Antes de hacer cualquier valoración sobre la sentencia,
permítanme una vez más solidarizarme con las víctimas del terrorismo, a las que
se dirige mi primer pensamiento al conocer que esa sentencia va a suponer la
puesta en libertad de muchos asesinos”.
2. “Antes de hacer cualquier valoración sobre la sentencia,
permítanme una vez más solidarizarme con las víctimas del terrorismo, a las que
se dirige mi primer pensamiento. Y después no tengo por menos que lamentar que
desde 1978 hasta 1995, años en parte de los cuales yo fui diputado de la Nación , no propusiéramos
una modificación del Código Penal para que los terroristas cumplieran la integridad
de las penas a que fueran condenados con la limitación de 40 años”.
3. “Antes de hacer cualquier valoración sobre la sentencia,
permítanme una vez más solidarizarme con las víctimas del terrorismo, a las que
se dirige mi primer pensamiento. Como heredero que soy de los anteriores
gobiernos asumo mi parte de responsabilidad, porque no cabe duda de que había
otras fórmulas bien diferentes de la doctrina Parot, que ahora Estrasburgo echa
abajo, para impedir el dolor añadido que para las víctimas supone ver cómo
salen en libertad los asesinos de sus hijos, madres, padres, hermanos, amigos,
etcétera”.
4. “Antes de hacer cualquier valoración sobre la sentencia,
permítanme una vez más solidarizarme con las víctimas del terrorismo, a las que
se dirige mi primer pensamiento. Por otra parte, quisiera enviar a la opinión
pública el mensaje de que el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo forma
parte de nuestro ordenamiento jurídico y, por tanto, debemos respetar sus
decisiones, por más que yo desde luego no la comparto. Ahora no es al gobierno al
que corresponde ejecutar esa sentencia, sino a los tribunales juzgadores de los
delitos por los que está encarcelada la etarra que recurrió la aplicación de la
llamada doctrina Parot y de los delitos de cuantos terroristas u otros delincuentes a
quienes se les haya aplicado”.
5. “Antes de hacer cualquier valoración sobre la sentencia,
permítanme una vez más solidarizarme con las víctimas del terrorismo, a las que
se dirige mi primer pensamiento. Ya he telefoneado al jefe de la oposición, el
señor Pérez Rubalcaba, para que juntos hagamos una declaración pública sobre el
tema. Ya saben ustedes que el terrorismo es una cuestión de Estado y, como tal,
cualquiera de sus aspectos tiene siempre el acuerdo de los dos grandes partidos
de la Nación ”.
6. “Antes de hacer cualquier valoración sobre la sentencia,
permítanme una vez más solidarizarme con las víctimas del terrorismo, a las que
se dirige mi primer pensamiento. Por otra parte, lamentando los inevitables
efectos que tendrá la sentencia de la puesta en libertad de asesinos que fueron
condenados a miles de años de cárcel, quisiera enviar a los terroristas el
mensaje de que desde el gobierno y desde el parlamento, donde estoy seguro de
que encontraré la unanimidad de todos los grupos, actuaremos con contundencia y
denunciando los hechos en los órganos judiciales correspondientes cualquier
acto que, con motivo de la puesta en libertad de esos asesinos, suponga la
exaltación del terrorismo o cualquier otro delito o infracción incluso
administrativa”.
7. “Antes de hacer cualquier valoración sobre la sentencia,
permítanme una vez más solidarizarme con las víctimas del terrorismo, a las que
se dirige mi primer pensamiento. Y permítanme también decirle a la banda
terrorista que la decisión de Estrasburgo no mitiga ni un ápice la derrota que
los demócratas hemos infligido a ETA después de tanto dolor como han generado
en su más de medio siglo de actividad asesina”.
Cualquier cosa, presidente, menos el ridículo del “está
lloviendo mucho, gracias”. Cualquier cosa, presidente, que no resulte tan
miserable como lo que dijo usted ayer… Son demasiados crímenes, demasiados años
de cárcel, demasiados asesinos, demasiado dolor como para que el presidente del
gobierno español lo despache con la lluvia que, a buen seguro, tampoco moja a Mariano
Rajoy.
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