jueves, 17 de enero de 2013

Indicios racionales

1. El entonces todopoderoso vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, disfruta de un ático de 500 metros cuadrados en una urbanización de lujo de la Costa del Sol, que el diario "El Mundo" sugirió que era de su propiedad.

2. Ignacio González afirmó que lo tenía alquilado por 2.000 euros al mes durante todo el año a su propietario, que no vive en España, y llegó a afirmar también que lo había intentado comprar.

3. Después de investigaciones policiales no desmentidas que le costaron el puesto a algún cargo y a algunos agentes, en la madrugada de ayer la Cadena Ser informa de que un juez investiga todo cuanto tiene que ver con el ático de la renta de 24.000 euros al año (una ganga, vamos).

4. Por la mañana, el propio Ignacio González, que es desde hace algunos meses presidente de la Comunidad de Madrid, confiesa en una entrevista que el pasado diciembre compró el ático por 770.000 euros, detallando que el 80 % es propiedad de su esposa y el 20 % de él mismo.

5. La fecha de compra coincide casualmente -o no tan casualmente- con la apertura de  la investigación judicial, entre la que figura el encargo de averiguar quién es el verdadero propietario del piso, cómo lo compró y cómo lo pagó,

5. Minutos antes de que el presidente de la Comunidad de Madrid confesara haber comprado el ático, su antecesora en el cargo, valedora e impulsora de la carrera política de Ignacio González, declara que "él quiere comprar el ático, pero que ahora, con la que se ha armado, el pobre no puede hacerlo".


Hay demasiados indicios como para "tragarse" la operación, El primero de ellos, el simple desarrollo de los acontecimientos desde que "El Mundo" se puso sobre la pista; el segundo, que la compra del ático se resolviera coincidiendo con orden de una investigación judicial sobre su verdadero titular; el tercero, que, hombre, después de la que se ha armado con la "vivienda social" de 500 metros cuadrados en urbanización de lujode la Costa del Sol y de 24.000 miserables euros de renta al año, que Ignacio González lo compre y durante todo un mes no se lo dijera a su "jefa", que con toda probabilidad habrá estado en más de una ocasión en el ático de marras, es como poco rarito. A ver si lo que ocurrió es que, por una vez, no se coordinaron, e Ignacio González no sabía que Esperanza Aguirre iba a ser entrevistada en un medio casi simultáneamente a la entrevista que él había concertado o que, en caso de saberlo, no podía imaginar que le iban a preguntar a ella sobre su lujoso ático, y tampoco a él se le ocurrió advertirle de que iba a revelar que era de su propiedad.

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