jueves, 3 de enero de 2013

Fiel a sí misma

No cesa la lideresa en apuntarse a todo para ocupar espacio en los medios con la imprudencia que le caracteriza, el desconocimiento que tiene (como escribió ese magnífico analista que es José Antonio Zarzalejos, le faltan unas cuantas lecturas), el desparpajo que exhibe, la temeridad del ignorante, la suficiencia del soberbio y la estridencia de sus cuerdas vocales que traslada sistemáticamente al lenguaje que utiliza.

Ahora el asunto es Ángel Carromero, que conducía en Cuba el automóvil en el que murieron dos disidentes cubanos, Oswaldo Payá y Harold Cepero, al chocar contra un árbol. Condenado a siete años de cárcel, la diplomacia española consiguió la repatriación del dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular, a cambio de cumplir la condena en nuestro país. Y en cuanto Carromero llegó a la prisión de Segovia, allá que se fue Esperanza Aguirre para, al menos, hacerse la foto a las puertas de la cárcel, ya que no pudo entrar a visitarle, cosa que debería haber sabido -¿o acaso lo sabía?- antes de desplazarse hasta allá. A la ex presidenta de Madrid (¿y presidenta en la sombra, quizás?) le faltó tiempo para pedir una comisión internacional que investigue el accidente protagonizado por Carromero, con lo que ha puesto en un aprieto al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Que cualquier juicio en Cuba carece de las mínimas garantías es obvio en un país que más de cincuenta años después sigue bajo la dictadura castrista; pero de ahí a responder a la repatriación de Carromero con uno de los eructos habituales de Doña Esperanza media un abismo.


Fiel a sí misma, la lideresa no da marcha atrás ni para tomar impulso. Igual le da opinar de arquitectura "condenando a muerte a determinados arquitectos" porque no le gustan sus obras que pedir comisiones internacionales de investigación de un accidente de carretera protagonizado por uno de sus "cachorros". Lo mismo le da emprender una batalla reclamando la presisdencia del PP de Madrid para, según ella, evitar una bicefalia (ella era entonces la presidenta de la Comunidad y Pío García Escudero el presidente de los populares madrileños) que, mutatis mutandis, años después confesar con el desparpajo que exhibe que se encuentra "bicefálicamente" muy bien manteniendo su puesto en el PP (desde donde, por cierto, se decide una buena parte de las listas electorales por la circunscripción madrileña) mientras Ignacio González, su sucesor (¿o su sustituto a efectos formales mientras ella sigue mangoneando en la Comunidad?), está al frente del gobierno regional. Yo que Rajoy seguiría sin fiarme ni un pelo. No diré yo como dijo José Bono que Esperanza Aguirre besa por las mañanas y muerde por las noches, pero sí diría que la lideresa tiene alma de conspiradora y una ambición sin lìmites.

No hay comentarios:

Publicar un comentario