martes, 5 de agosto de 2014

La crisis llegó a El Corte Inglés (2): La puerta giratoria

Cuentan lenguas vespertinas (como sigue llamando un amigo mío a las que son realmente viperinas) de la sede central de El Corte Inglés que al llegar Manuel Pizarro al despacho del presidente, Isidoro Álvarez, se restregaba los ojos. Y debió ser cuando exclamó aquello de “hay que profesionalizar la gestión”. Probablemente, con el sudor perlándole su amplia frente. No le había hecho falta ver mucho más que los papeles que había recibido en su despacho y el recorrido por un edificio en el que en una esquina se cruzaba con el amanuense que le escribe los discursos a Isidoro a un precio que deja en ridículo al que se los escribía a Matas y encima los glosaba en el periódico del que era corresponsal, y al que conoce de “larga data” de haberle visto también por alguna radio o algún periódico…
Hombre, pero si es Estanislao, dicen que exclamó en otro aparte, cuando se dio de bruces con el hijo de Pedro Rodríguez-Ponga y Ruiz de Salazar, que fue síndico de la Bolsa allá por los años setenta, en la que Pizarro alcanzó unos años después el puesto de vicepresidente… Por cierto, me cuentan que el bueno de “Tanis” viene haciendo méritos (ya se sabe, sí, señor, sí, señor…) para ser nombrado consejero en la Junta General del próximo 31 de agosto.
Y por allí andaba también algún fiscal y algún juez que pertenecieron en su tiempo a la Audiencia Nacional y hasta el ya ex decano de los jueces de Madrid, porque Isidoro Álvarez debe pensar que le hace falta asesoramiento jurídico, mucho asesoramiento jurídico… Y aunque las puertas giratorias, que no son convenientes en las grandes superficies ya que en cualquier aglomeración pueden producir accidentes que tan mal le sientan a la imagen de marca, bien diferente es una giratoria virtual en la que pasas del foro a participar en unas jornadas jurídicas de la Fundación Ramón Areces y, sin solución de continuidad, de la Fundación pasas a la plantilla de El Corte Inglés. O peor, te transformas (¿o realmente lo eres?) en Torquemada, quemas unas decenas de miles de libros con la historia de El Corte Inglés, y te dan un espacio cultural para ti solito…
Y allí que continuaba su recorrido Manuel Pizarro dándose de bruces con abogados, ex jueces, ex fiscales, ex altos cargos del Partido Popular, periodistas (que nunca son ex, porque entonces no les sirven) y ex comisarios de policía –otro día habrá que contar lo de la seguridad- y ex guardias civiles…
Con este recorrido, Manuel Pizarro se preguntaba necesariamente quién gestiona la empresa o, dicho de otra manera, quiénes son los responsables de su decadencia hasta el punto de que le habían llamado a él para encontrar soluciones. Y fue cuando se dio cuenta, entre otras cosas, de que lo primero que había que hacer es profesionalizar la gestión, porque todos aquellos con los que se cruzaba no se los imagina él -ni nadie- gestionando nada menos que el gigante que dejó Ramón Areces hace veinticinco años.
Pizarro lo tiene claro: sacar a bolsa del 15 al 25 % de El Corte Inglés, cerrar los centros no rentables, rejuvenecer el consejo y profesionalizar la gestión… El reto lo tiene Isidoro encima de su mesa y el plazo finaliza el 31 de agosto, en la Junta General
Como diría Miguel Ángel Aguilar, atentos…


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