lunes, 10 de septiembre de 2012

La educación de Esperanza

Se las prometía muy felices Esperanza Aguirre en su particular inauguración del curso escolar en Guadalix. Ya se sabe: se le dan bien los niños, el bilingüismo y el populismo andante. Pero las cosas se torcieron y una madre desesperada le tiró un "tupper", que no llegó a alcanzarla. En todo caso, estaba vacío y poco daño físico le hubiera hecho. Con seguridad, bastante menos que el que Esperanza y sus colegas están haciendo a la Educación madrileña. De momento, el "tupper" o fiambrera. Quizás pronto -quién sabe- una ruleta o, bueno, una baraja de póquer, que tampoco hay que exagerar... No seré yo quien anime a la violencia física, pero ¿qué hacer cuando el ciudadano se siente estafado por quienes  prometieron una cosa y en cuanto llegaron al poder dieron la contraria?

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