lunes, 31 de agosto de 2015

De 1988 a 2015: Del imperio a su caída

“Van directos a por la pasta del qatarí, que finalmente será el dueño del negocio. Lo que dicen es imposible de cumplir”. Con este whatsApp respondió el domingo un destacado analista que ha trabajado en una de las más importantes consultoras multinacionales a mi pregunta sobre la Junta General de El Corte Inglés que se acababa de celebrar. Se refería mi interlocutor a los resultados del ejercicio de 2014, a la operación de préstamo de mil millones del jeque qatarí, dueño entre otras cosas de los almacenes londinenses Harrods,  y a las condiciones para su devolución, que le supondrá hacerse con un porcentaje del capital de El Corte Inglés de no menos del 12,5% que podría llegar hasta el 15.
Luego repasé las informaciones publicadas por los periódicos en la Red, de las que desconté el dinero que El Corte Inglés dedica a la publicidad y que, como poco, condiciona voluntades. Una vez más, El Confidencial, periódico que se publica en la Red, se destacaba de los demás, y especialmente el titular de un magnífico análisis, como todos los suyos, de S. McCoy: “Dimas, tenemos un problema: El Corte Inglés, no gana dinero” (el presidente de los grandes almacenes es Dimas Gimeno, que sucedió a su tío, Isidoro Álvarez, muerto en septiembre del pasado año, tres semanas después de la Junta General en la que se aprobaron los resultados de 2013).

Por su parte, el diario El País describió la situación en un titular que deja lugar a pocas dudas: “El Corte Inglés eleva sus ventas pero el beneficio cae al nivel de 1988”. Es decir, Isidoro Álvarez ha necesitado 25 años para volver al punto de partida… en lo que se refiere a los beneficios, lo que quiere decir que ha perdido esos 25 años, y encima a costa de cargarse el imperio, como quedó escrito en este mismo blog antes de la Junta General. Y no deja de ser curioso que el ejercicio de hace 25 años coincide precisamente con el último en el que Ramón Areces fue presidente, aunque murió en julio de 1989 y los resultados del año anterior tuvieron que ser presentados por su sobrino, Isidoro Álvarez, que en la misma Junta en la que fueron aprobadas las cuentas quedó ratificado como presidente de la compañía.
Pero El Corte Inglés que heredó Isidoro nada tiene que ver con el que dejó 25 años después:
Hipercor, que en 1988 ganaba mucho dinero, tuvo resultados negativos el pasado año, laminado por, entre otros, Mercadona, que le ha ganado la batalla.
Bricor, empeño de Isidoro Álvarez, que no existía durante la presidencia de Ramón Areces, también perdió dinero el pasado ejercicio como perdió la batalla planteada a Leroy Merlin e Ikea.
Las saneadas cuentas que dejó don Ramón Areces, que cumplió a rajatabla el principio de no gastar ningún día un céntimo más de lo ingresado el día anterior, se han convertido en un préstamo sindicado de 27 bancos por casi 5.000 millones.
A la deuda bancaria se ha unido ahora un préstamo de 1.000 millones de un jeque qatarí, pagadero con acciones de la autocartera en un porcentaje nunca inferior al 10% y que podría llegar a alcanzar casi el 15 si se dan determinadas circunstancias, cuya posibilidad, naturalmente, negó el presidente en la Junta General.
La financiera que, tarjeta a tarjeta, construyó don Ramón Areces ya no es de El Corte Inglés, porque el 51% se lo ha tenido que vender al Grupo Santander.
La primera Junta General que ha presidido su heredero y también sobrino, como él lo era de don Ramón Areces, ha aprobado un cambio en los estatutos que, entre otras cosas, anula la condición sine qua non de que todos los consejeros deberían ser propietarios de al menos una acción de El Corte Inglés, precisamente para dar entrada a un representante del jeque qatarí, que hasta dentro de tres años no empezará a recibir las acciones de la autocartera, con lo que hasta entonces no será accionista.
El derecho de suscripción preferente de acciones para los accionistas ha sido también anulado, una vez más `para facilitar la operación del jeque.
Lo mismo que el aumento del número de consejeros hasta quince, en lugar del límite de diez que había hasta ahora.
Si en las juntas generales era habitual facilitar el siempre creciente número de empleos fijos, en esta ocasión ha habido que enmascararlos con la inclusión en los mismos hasta de los contratados para operaciones especiales, como Navidad o Rebajas, y aun así decrece el número espectacularmente.
Han accedido al consejo las dos hijas que la esposa de Isidoro Álvarez aportó al matrimonio y que fueron adoptadas por él. Y aunque carecen de la más mínima experiencia en la gestión (lo contaré en un próximo post), parecen dispuestas a ejercer su poder, según cuentan “en voz baja” por las oficinas centrales de la calle Hermosilla. Protagonistas de una historia que bien podría ser titulada como La Cenicienta”, de momento han sido decisivas a la hora de nombrar a Florencio Lasaga presidente de la Fundación Ramón Areces, que tiene casi el 38% de la empresa. Lasaga, de 81 años, fue el primer consejero ajeno a la familia, fue nombrado por don Ramón Areces y es albacea de Isidoro Álvarez. Con su nombramiento, las  dos herederas (ahí las tenéis en la foto, con su valido Lasaga) controlan literalmente la compañía, porque tienen un 15% de la misma, el doble que el presidente, su primo Dimas Gimeno, poseedor de un 7,5%, regalo de su tío.
Ha aparecido un grave conflicto entre los accionistas, saldado de momento con la expulsión fulminante del Consejo de Carlota Areces, representante de Corporación Ceslar, compuesta por descendientes directos del fundador y también de Ramón Areces, acusada de deslealtad y de rebelar secretos del consejo. Carlota Areces anunció ayer mismo las acciones judiciales pertinentes. Y es cierto que Carlota Areces denunció en su momento cierta oscuridad en la operación de préstamo del jeque qatarí, sobre cuyas condiciones el propio Corte Inglés publicó dos versiones diferentes, una antes de las declaraciones de Carlota y otra después. Lo mismo que rebeló la comisión de 17 millones de euros a una empresa que intermedió en la operación del jeque, lo que ayer también fue reconocido por El Corte Inglés, aunque detallando (?) que se trata del 1,7% del préstamo, como si el resultado de una simple operación matemática fuera una revelación.
Veinticinco años, en fin, para acabar con el imperio…


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