martes, 4 de agosto de 2015

Presuntamente presunto...

En más de una ocasión he advertido del mal uso que los periodistas hacemos del calificativo presunto y su adverbio correspondiente. Y he explicado que el término es estrictamente jurídico, pero mis colegas lo siguen utilizando quizás por la estricta aplicación de la presunción de inocencia o acaso temiendo que el posible autor de un delito si finalmente es absuelto pudiera demandar al periodista y su medio por acusarle de algo cuando ni siquiera había sido juzgado por ello. Pero como se ve, la simple explicación ahonda en el terreno del Derecho.
El calificativo sorprende aún más referido a hechos como los del parricida de Moraña, autor de la muerte de sus dos hijas, ejecutadas al parecer con una radial. Pero estos días vengo leyendo en casi todas las informaciones sobre este terrible crimen el dichoso término con una profusión digna de mejor causa; y crónica de agencia hay en la que en sus seis párrafos no demasiado largos utiliza el adjetivo presunto y el adverbio presuntamente nada menos que en siete ocasiones.

Vamos a ver: David Oubel le anunció a su mujer por escrito que iba a matar a sus dos hijas y después se suicidaría; David Oubel, días antes del parricidio, compró la radial en una ferretería; cuando agentes de la Guardia Civil accedieron al escenario del crimen avisados por la madre de las pequeñas, encontraron a estas dos muertas y a David Oubel en la bañera con unas leves heridas que se había hecho él mismo. Y todo ello, desgraciadamente, no son presuntos hechos y fueron cometidos, y no presuntamente, por David Oubel…
David Oubel es el autor de la muerte de sus dos hijas. Que en un alarde de precisión el periodista no utilice una calificación jurídica, como la de asesino (lo que supone la autoría de los hechos, unas circunstancias agravantes y la responsabilidad penal en los mismos), no impide señalarle como autor, que no es una calificación jurídica, hasta el punto de que el autor de unos hechos delictivos puede ser absuelto judicialmente por unas circunstancias que hayan determinado su inimputabilidad sin que ello suponga dejar de ser autor.
Pero es que, además, estoy seguro de que habrá muchos lectores u oyentes que no necesariamente comparten la cautela por la que el periodista envuelve su perorata de tanto “presunto” y que pueden llegar a pensar que con la utilización del dichoso término se está poniendo en duda la autoría de los mismos.
Tranquilícense los colegas. La palabra presunto aparece en su segunda acepción en la última edición del diccionario de la Real Academia (la primera dice escuetamente “supuesto”) con la abreviatura previa de Der. (Derecho) y la siguiente definición: “Se dice de aquel a quien se considera posible autor de un delito antes de ser juzgado”. Y David Oubel, en efecto no ha sido juzgado; pero, a mi juicio, es bastante más que el presunto o supuesto autor de la terrible muerte de sus dos hijas.



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