lunes, 18 de mayo de 2015

Traidor Ferrari

Leo sin sorpresa alguna que Atresmedia ha apartado de la gestión de Onda Cero a Javier González Ferrari, que ha presidido la cadena de emisoras durante los últimos catorce años. Según la información, que publica El Confidencial Digital, Ferrari ha traicionado a Onda Cero, cooperando con Carlos Herrera a su salida de esta cadena y a su fichaje por la Cope. Por eso no me sorprende la noticia: la traición está en el ADN de este individuo, como lo está su indiscutible capacidad para la conspiración y también para flotar por turbulentas que sean las aguas en las que se mueve (renuncio a hacer fáciles comparaciones escatológicas).
Cuando, durante la presidencia del gobierno de España de José María Aznar, fue director general de RTVE, le pedía al jefe de gobierno su mediación para promocionarle a un puesto ejecutivo en la empresa privada, “como Saenz de Buruaga, que está ganando mucho dinero en Antena 3 y yo aquí solo gano 20 millones” (el burgalés, que va a dar un nuevo “pelotazo” con un programa en Televisión Española, llegó a ser consejero-delegado de Antena 3, donde se firmó a si mismo un contrato que contemplaba una millonaria indemnización que naturalmente se llevó en cuanto que Telefónica vendió la cadena a Planeta y ésta prescindió de él).
Aznar atendió su demanda y Ferrari apareció un día como presidente de Onda Cero. Y cuando Planeta desembarcó también en la cadena de radio, Ferrari se apresuró a hablar italiano en la intimidad, porque Carlotti era el hombre fuerte de Planeta en Onda Cero (“Carlotti me ha llamado presidente”, confiaba nerviosamente a la salida de su primer encuentro con el italiano en un despacho de la sede de la editorial en el Paseo de Recoletos).

Ahí se ha mantenido o, mejor, ahí lo ha mantenido Carlos Herrera, al que Onda Cero le debe una parte sustancial de su audiencia, pero consciente Planeta de que la relación Ferrari/Herrera blindaba también al presidente de la cadena, cuyo amor por el trabajo no es precisamente inenarrable. Ahora, sin Herrera, Ferrari ha dejado de estar blindado y, lo que es peor, aflora su verdadera dimensión, muestra también en su caso del deterioro de la raza, como decía el sabio Martín Ferrand, porque es hijo de un genio de la radio, Antonio González Calderón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario